El sábado nos reunimos en la puerta de la UPNA al punto de la mañana. La gente estaba alegre, despierta y sonriente. Pero algo nos faltaba, ya que al final nos habíamos reunido mas peñita de la esperada, así que optamos por parar en el super de camino y aumentar nuestra provisión de cervezas.
Ahora que por fín estabamos preparados para sobrevivir a un finde pausokarra, salimos hacía Elkoaz, desde donde comenzaba nuestra excursión.
Para conseguir culminar bien el paseo, los organizadores del evento veníamos con grandes cantidades de documentación sobre la zona (un gps estropeado, unas fotocopias sacadas de internet, un mapa de una oficina de turismo y un libro de rutas con el que no terminábamos de aclararnos), gracias a eso y a nuestras grandes dotes como exploradores, pudimos culminar la excursión sin perder apenas el camino.
Por el momento todo iba a pedir de boca,
Cuando una frase llega a ser refrán, es porque casi siempre acierta. Este viaje no iba a ser de otra manera y el "no hay atajo sin trabajo", nos mostró su cara más traicionera.
Acabamos bajando por un barranco entre un enmarañado bosque que rasgaba nuestra ropa y sobre un suelo de hojas muertas donde nunca sabías si el siguiente paso te iba a lanzar dentro de algún temible pozo.
Por fin habíamos logrado salir de ese infierno y en lo único que pensábamos era en calmar la insoportable sed que comenzaba a hacer estragos entre los miembros del grupo.
La salvación la encontramos en Santa Fe, único bar del valle. Donde nuestras caras se relajaron sabiendo que una vez más habíamos logrado dar esquinazo a una muerte que veíamos segura.
Espero que alguno de los que disfruto de una bonita noche y un duro domingo en el pueblo coja el testigo y continúe con la...Salida al valle de Urraul Alto-Parte 2.