Hoy se me ha ocurrido subir al Saioa para despedir la temporada con la última esquiada. En la última salida a mis botas les saltó un remache que sujetaba la lengueta. POr ello decido irme con mis vieja Kastinger que hacía años que no usaba. Llego a Artesiaga, niebla y poca nieve, pero se ve una lengua blanca que desde lo alto llega más allá de la pista. Decido subir andando. En la cima pongo los eskis y en el primer giro, las botas se desintegran!!! despegándose la suela del resto. Los eskis salen despedidos. Me lanzo en plancha y alcanzo uno, pero el otro sale disparado pendiente abajo, perdiéndose en la niebla.
Tengo que bajar desde la cima con los botines y me lleva casi dos horas encontrar el esquí, que había sobrepasado la pista y se había parado en medio del bosque.
Vuelvo para casa y por la carretera y me asalta un Aleman que está haciendo el camino de Santiago y que ha tenido una caida y tiene la rodilla tan hinchada que no se le diferencia del muslo. Acabamos en las nuevas urgencias del hospital. Para él se termina el camino de Santiago y se tiene que volver a Germania.
Hablo con Alvaro y como es muy enroyao, me paso por su casa y me presta su segundo par de botas para las siguientes salidas(mil gracias!!).
Al que no lo intenta, no le pasa....
Disculpas por aburriros con mis aventurillas...Es lo que tiene estar en paro.
Ion
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